CONCEPTO DE EXTERNALIDADES
El concepto de externalidad se sustrae de la economía neoclásica en donde es interpretada como el evento en el cual no se registran o no se reconocen valores por el uso de un bien ambiental. Por lo anterior la valoración de las externalidades está supeditada a la mediación de las autoridades ambientales o de la ley ambiental que de conformidad a las restricciones que desde estas se generan, le otorgan o no un valor monetario.
Las externalidades se clasifican en externalidades de producción y externalidades de consumo. Las primeras se refieren al impacto causado por un proceso productivo sobre personas, bienes o recursos. Las segundas se refieren a las causadas a través del proceso de consumo sin que los consumidores tengan conciencia de ello o lo realicen de manera voluntaria.
Las externalidades también las podemos reconocer como positivas o negativas; es decir hay efectos positivos causados por la puesta en marcha de un proyecto o un proceso productivo, a un tercero sin que este último tenga que pagar por ello; pero igualmente se pueden causar efectos o desencadenar procesos negativos a terceros, situación en la que la evaluación del impacto busca identificarlos y cuantificarlos con el fin de determinar la viabilidad ambiental del proyecto o proceso productivo.
El enfoque de las externalidades desde la perspectiva económica permite aplicar valores monetarios a los perjuicios causados con la ejecución de un proyecto o desarrollo productivo, de manera que podemos internalizarlos en la evaluación económica permitiéndonos determinar la viabilidad financiera o rentabilidad del proyecto/proceso.
INDICADORES DE SOSTENIBILIDAD
En términos generales podemos definir un indicador como la valoración cuantitativa que nos permite determinar la cercanía o lejanía de un resultado, frente a una situación deseable de equilibrio o efecto positivo sobre un sistema alterado. Los indicadores de desarrollo sostenible permiten evaluar la situación de desarrollo de cara al objetivo de sostenibilidad.
La ley colombiana a través de la ley 99 de 1993 establece que el desarrollo económico en el país se regirá por los principios establecidos en la Declaración de Rio de la cual es suscriptora.
En Colombia los indicadores de sostenibilidad están definidos en la resolución resolución 643 de 2004 “por medio de la cual se establecen los indicadores mínimos de que trata el artículo 11 del Decreto 1200 de 2004 y se adoptan otras disposiciones”. Es así como el artículo 2do de la mencionada resolución establece tres tipos de indicadores: de desarrollo sostenible, ambientales y de gestión. A su vez define como indicadores de desarrollo sostenible a aquellos que “buscan medir el impacto de la gestión ambiental orientada hacia el Desarrollo Sostenible, en términos de: Consolidar las acciones orientadas a la conservación del patrimonio natural, disminuir el riesgo de desabastecimiento de agua; racionalizar y optimizar el consumo de recursos naturales renovables, generar empleos e ingresos por el uso sostenible de la biodiversidad y sistemas de producción sostenibles, reducir los efectos en la salud asociados a problemas ambientales y disminuir la población en riesgo asociada a fenómenos naturales”.
Los indicadores de desarrollo sostenible miden la calidad del medio ambiente en función del desarrollo económico.
Es por ello que no es posible evaluar o analizar los indicadores de desarrollo sostenible sin entrar a considerar los indicadores ambientales y los de gestión ambiental que miden la capacidad de gestión en los asuntos ambientales de las diferentes corporaciones regionales dentro de su área de jurisdicción.
EXTERNALIDADES VERSUS INDICADORES DE SOSTENIBILIDAD
La valoración del impacto ambiental de proyectos se constituye en el recurso esencial para medir la sostenibilidad de los mismos. A través de este proceso podemos detectar las diferentes externalidades posiblemente causadas y prevenir sus consecuencias ambientales, sociales y económicas de manera que podamos evaluar o dimensionar la magnitud de las mismas y el costo económico de las externalidades sociales, ambientales o técnicas del proyecto.
Los indicadores, sean de sostenibilidad o ambientales, permiten identificar a modo de marco de referencia, las externalidades posibles de un proceso o proyecto. La confrontación de los posibles sucesos desencadenantes a partir de la realización de un proceso productivo o proyecto en que se vean intervenidos los recursos naturales con las temáticas claves esbozadas en los indicadores.
La decisión sobre la necesidad de realización de una evaluación de impacto ambiental está determinada por la relación entre la superficie ocupada por el proyecto y el medio en donde se localiza. Es decir si se considera que la primera representa un mayor porcentaje con relación a la segunda. O, si un porcentaje significativo de personas se verán afectadas por el proyecto.
La evaluación de proyectos ambientales se clasifican en proyectos de categoría A, si su magnitud demanda rigurosidad en su evaluación; y de categoría B, si se refiere a proyectos de impactos ambientales mas reducidos y por consiguiente conllevan menos riesgo.